sábado, 13 de noviembre de 2010

Esto pienso yo.

No importa lo que digan las horas de terapia, yo también te conozco muy bien. Te quieren justificar y clasificar. Quieren explicarte los motivos, los trasfondos, las historias. Decirte por qué te sientas con soltura en su asiento de cuero demasiado grande para tu pequeña figura; y también por qué aún adorna tu esbelto tobillo ese lazo rojo del que tiempo atrás deberías haberte desecho. Pero eso tú ya lo sabes, o bien, no importa. Quieren desmitificarte y convertirte en un complejo entramado de traumas de infancia, de patrones repetidos y leyes de comportamiento que se destacan por lo eterno e irrevocable.

Pero tú eres más que tu historia. Eres más que tu pasado. Yo lo sé porque te veo más que cualquier otro. Eres una niña. Eres pequeña, muy pequeña. Y pareces no crecer. Ahí es donde se equivocan, ¿lo ves, verdad? Al tratarte como un adulto, cuando todavía tus grandes ojos de caricatura lo ven todo como por primera vez. Posees un anacronismo autoimpuesto. Porque forzada a crecer como el niño en las calzas verdes, tomaste la decisión consciente de no hacerlo. Claro que quizás a ti te falte el Nunca Jamás, puesto que por ahora, solo lo encontraste en sueños.

Y de ahí buscan pescarte con las pinzas heladas de la prudencia, mientras tu corres por los pasillos de los recuerdos como lo hizo Jim Carrey cuando no se llamaba así. No entienden que no puedes evitarlo. Que a ti te atrae lo brillante, y que de carnada en sus desagradables cañas, usan pedazos de carbón. No entienden que aún te quema los ojos su inolvidable resplandor. Recuerdas aún ese primer momento en que se imprimió en tu retina, porque la modificó para siempre. Ahora solo parecieras ver con claridad lo que se encuadra en ese precioso lugar que ocupó ella esa primera vez, lo demás permanece fuera de foco. Y buscarás para siempre aquello que lo llene como la primera vez, como la única vez que ha importado.

Admito que es cierto que no salió como tú querías. En eso, creo yo, estamos todos de acuerdo. Tus pueriles expectativas chocaron estrepitosamente contra el mundo de la adultez, dándole pie a todos ellos para desmenuzarte con crueldad y curiosa repulsión. ¡Pero tú debes negarte a caer! Despójate de epítetos salpicados en perversión, decanta todo aquello. Nosotras estábamos ahí cuando sucedió y podemos afirmarlo. Fue puro y sincero e ineludible y hermoso y magnífico y mágico y primitivo. Y fue puro. Y fue sincero. Y fue de verdad. Y fue enorme. Es cierto, fue enorme. Y es todavía. Y lo será para Siempre Jamás.

9 comentarios:

  1. Yo esto: (y no sé cómo garcha aparezco acá)

    La hija del fletero, linda infinita
    volvió a Madrid, donde parece que es feliz
    ese día me mandó al descenso
    recuerdo como su mirada me volteó.

    Pero dos que se quieren se dicen cualquier cosa
    Ay! si pudieras recordar sin rencor.

    En mi buzón hay un par de cartas tuyas
    fueron juntándose, y no tengo el valor...
    Todavía su amor me da descargas
    (nunca tuvo el higo seco junto a mí).

    Pero a los ciegos no le gustan los sordos
    y un corazón no se endurece porque sí.

    No calentás la misma cama por dos noches
    me reclamaba y no la quise oír
    hice de todo por impresionarla
    y dejé huérfano todo su penar.

    No me gustó como nos despedimos
    daban sus labios rocío y no bebí.
    Sopa de almejas es todo lo que como
    (siempre fui menos que mi reputación).

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  2. That and/or Sucker love, pucker.

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  3. Esa canción... (la primera), no es la primera vez.

    La segunda me gusta pero es fea.

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  4. Anónima dice: ya sé que no es la primera vez pero va, y ya sé que la otra es fea (también) pero va el doble.

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  5. Felíz lo-que-sea a todos.
    Yo me volví a desmayar hoy y me quemé los dedos con mis velas.
    Putos todos.
    Ahora si, si no queda fue, ay te re quiero para unas ilustraciones que hice!

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  6. Ser críptico viene con la calidad de ser anónimo, me imagino. ¡No entiendo! Lamento el desmayo y la quemada, ¡pero velitas! ¿Pediste los deseos?

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  7. Qué te pá?!
    Ya no hay nada de anonimato aca, qué horrible!

    Ya tengo lo que quiero, de poco me vale soplar las velas.
    Ah, tú naciste en tú cumpleaños, no seas básica.
    Te quise y eso.

    Adiós.

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  8. ¡Hay que tener cuidado con las velas y respetar que cuando alguien dice Feliz cumpleaños tiene que ser así! es decir... que el día tiene que ser feliz, no importa que el resto sean una cagada :D

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