lunes, 6 de mayo de 2013

No eras tú.

El otro día abracé a una chica
de cintura tan fina
y por un momento creí que eras vos
pensé que no podía ser
porque no era tu mano la que me rodeaba
eso lo supe desde el principio
cuando me abrazás
tu mano se mueve de una forma en especial
un tanto torpe
un tanto medida
como si retuvieras todo el sentir en la muñeca
o en la falange de los dedos
y no llegara a las yemas
pero, la puta madre, cómo me gustaba,
y, sin embargo,
aquella cintura de la que hablo ahora
me tomó por sorpresa
si ya sé que no habrá más
no más rodearte y sentirte ligera en mis brazos
no más ojos que me espían de soslayo
no más temblores de vientre recibiendo mis besos
solo queda registrarlos
grabarlos a la fuerza
y el ocasional destello de quien te asemeja
pero no iguala.

jueves, 2 de mayo de 2013

Intermitencias.

no te odio
no te culpo, tampoco
no encontraría cómo justificarlo
ni con la mayor de las determinaciones
no te odio, no
excepto a veces
-cada vez más escasas
(in)felizmente-
cuando me recuerdas
de lo que me pierdo
una
y
otra
vez
cuando reapareces
centelleando
y al extender mi mano
no alcanzo más que oscuridad