lunes, 7 de diciembre de 2015

Sintomático

al principio es imperceptible
es solo luego que podés establecer su nacimiento
tiempo antes de que lo notaras
el principio es eso, un principio,
pronto tu cuerpo lo registra
mientras vos seguís con tu vida
preocupándote por ponerles los puntos a la íes
ahí es cuando cambiás el peso de tu cuerpo al otro pie
cuando te incorporás en el asiento
y estirás los brazos hacia arriba y movés los hombros para atrás
ahora sí, bien derechita,
pero el derechita no lo soluciona,
así es que se te frunce el ceño apenas,
estampando la preocupación en tu rostro antes de que llegue a tu cerebro,
a quien habías privado de todo esto,
pero ahora es imposible ocultárselo
esa masa amorfa que va creciéndote en el pecho
empujándote las costillas hacia afuera,
buscando salir y reventar o reventar y salir, da igual,
esa masa ya se nota,
se te ocurre mirarte el pecho a ver si algo sobresale,
pero no lo hacés, porque qué tontería,
repasás el inventario de causas y teorías,
te autodiagnosticás y descartás todo,
te distrae una i que todavía no tenía punto
y notás que al presionar para dibujar el puntito la presión de tu pecho también aumenta
qué es qué es qué es
cómo se expande su influencia
ya no se siente solo en el pecho
te nubla la vista
te tiembla la voz
tratás de respirar hondo pero no te sale, los pulmones no te quieren obedecer o acaso es la bola de fuego en tu pecho que te está consumiendo el oxígeno
tenés una bola de fuego en el pecho
no te sirve ni el bing bang ni el creacionismo
no te importan los motivos
tenés una bola de fuego en el pecho
y el extintor está vencido

viernes, 4 de diciembre de 2015

Te propongo un trato

te propongo un trato:
vamos a mirarnos con atención
a no perdernos de nada
a escuchar nuestros silencios
y tocar nuestras palabras
vamos a sentirlo todo y escaparle a nada
y vamos a hacer todo esto para evitar ese día nefasto
un día en que te pares frente a mí
y te cambie la cara
se te frunza el ceño apenas y te des cuenta y lo corrijas muy rápido
pero no lo suficiente
un día en que aprietes la mandíbula y niegues por dentro
tratando de aflojarte el rostro descompuesto
pero lo sabré entonces y lo sabrás cuando te animes a admitírtelo
no me habías mirado con atención
no cumpliste con el trato
y ahora
lo único que querés
es apartar la cara