sábado, 20 de noviembre de 2010

Y dieron las doce.

lluvia de lágrimas que se choca con la amarga dulzura de una grappamiel hace tiempo olvidada
las primeras noches en velo color blanco de tu espalda
echar la cabeza hacia atrás y sentirte entre mis piernas
todos los segundos que pasan, segundos perdidos
el universo que se reducía cuando apretabas mi mano
tu respiración arrullándome en la oscuridad
la humedad que se colaba entre nuestros cuerpos enredados
festejo agridulce que celebro en soledad rodeada de fantasmas
pues yo nací junto a ti en este día

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