Estos últimos días fueron algo así como un roller-coaster de emotions, y si mi vida tuviera un soundtrack propio, esta sería la canción apropiada para esos momentos en que voy caminando sola por la calle, en los momentos previos o anteriores a un evento cargado de emociones; o, si además de un soundtrack, mi vida estuviera editada por profesionales, habría un montaje de varias imágenes y momentos acompañadas de este podersoso instrumental.
Creo que es una canción que cuenta una historia y lo hace únicamente a través de la música, pero no en el sentido puramente anecdótico, es algo así como un stream of consciousness de sentimientos expresados a través de los altibajos de la guitarra. Me suena infinitamente triste, pero no resignada, hay un vigor, una fortaleza palpable, una intensidad y pasión desbordantes de sensaciones demasiado fuertes como para ser reprimidas, sentimientos que se escapan por las puntas de los dedos.
En fin, también me recuerda mucho a My Bloody Valentine, y eso siempre es bueno, pero ya no divago. Aquí está:
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