lunes, 28 de junio de 2010

Me gustaría presentarme.

Yo soy la hija que te habla mal por estar resentida contigo por un error que tuviste. Soy por quien diste todo, por quien abandonaste tu vida, y que casi ni te mira cuando te sentás en su cama a preguntarle cómo estuvo su día. Soy quien carga esa culpa hace años pero no hace nada al respecto. Soy la hija a quien más querés y peor te trata. Soy quien no es capaz de hacer nada para ayudarte en la casa y se queja cuando le pedís el más mínimo favor. Soy quien más siente tu pena, soy quien un día cuando ya sea muy tarde se arrepentirá hasta el suicidio por la forma en que te ha tratado. Soy quien intentará con todo su corazón ser esa misma madre para sus hijos.

Yo soy la amiga que te decepcionará. Yo soy la amiga a la que todo le podrás contar. Yo soy quien más te valore. Yo seré quien más orgullosa me sienta al verte triunfar, quien más te festeje. Soy quien te apoyará en todas tus empresas, no importa cuan locas estas sean. Soy también quien te lastimará. Soy quien todo lo arruinará. Soy quien creíste que jamás te lastimaría, pero lo hizo. Soy quien no se merece un amigo como tú pero que luchará toda su vida por merecerlo.

Yo soy la novia que más te amará en tu vida. Soy quien más se sacrificará por ti en el mundo. Soy quien te pondrá antes que a nadie. Serás por quien yo viva. Soy quien te lo demostrará cada instante. Soy quien más te lastimará también. Soy quien justificará todos tus errores. Soy quien se hará cargo de todo. Soy quien creerá siempre lo mejor de ti. Soy quien más fe te tendrá jamás. Soy quien todo te perdonará. Soy quien soportará golpe tras golpe, mentira tras mentira, traición tras traición y te querrá de vuelta. Soy a quien culparán por todo. Soy quien no lo discutirá. Soy quien te abrazará y tranquilizará cuando más la hayas lastimado. Soy quien te traicionará una vez y vivirá para corregirlo. Soy quien no aguantará hasta el final. Soy quien te dejará aunque te ame.

Soy quien más te querrá en el universo. Soy una decepción.

domingo, 27 de junio de 2010

Mugre.

Contengo la respiración y cierro los ojos con fuerza; espero. 30 segundos. No es mucho, pero mis pulmones son pequeños, no importa. De pronto mi torso se choca contra la brisa templada de otoño y siento un escalofríos. Avanzo manteniendo el ritmo hasta que solo mis pies están cubiertos de agua. Aquí me detengo y respiro hondo. Ya no tengo frío. Doy un par de pasos más, esta vez no tan rápido. La arena húmeda debajo de mis pies apenas parece notar mi presencia. Me paro firme, segura de que me sostendrá. La miro y sonrío; mis pies están inmaculados. Toda yo también. Me había asegurado de ello, pero ahora hay que seguir.

Doy unos pasos seguros y breves. Compruebo los daños. Todo en orden. Doy unos más, pero comienzo a sentir las diminutas piedras inquietarse un poco. Ya no permanecen en sus lugares, sino que las siento temblar ante mi presencia. Esto me preocupa, así es que decido avanzar con más cuidado. Levanto una pierna tras otra con esmero, y las vuelvo a apoyar con extrema meticulosidad. Bajo ningún concepto es aceptable ensuciarme otra vez. Pero a medida que avanzo y la arena se hace más inestable, considero que esta empresa se torna más y más peligrosa.

De repente la siento. Una única piedrecilla descansa impasible cerca de mi dedo meñique. ¿Qué hacer? Podría volver al mar y comenzar de nuevo, o mejor, podría volver y no moverme de allí. Decido continuar, es tan solo una, no es tan grave después de todo. Mientras me alejo de la tranquilidad del océano, el suelo va perdiendo su firmeza, y las pequeñas piedritas se hunden a mi paso, dejando atrás una huella cada vez más profunda. Mi andar se torna aun más lento, pues requiere mucho cuidado avanzar sin ensuciarse. Busco apoyarme siempre en aquellas áreas de la superficie que representan el menor riesgo. Ah, pero para qué, las pequeñas piedrecillas que circulan mi pies comienzan a rodar hasta caer en ellos, que ya no se ven tan limpios. Las ignoro y sigo caminando con más ahínco. Parece que cuanto más esfuerzo le pongo a un paso limpio, más piedritas se pegan a mi piel, descaradas y burlonas.

No. Ya no puedo soportarlas más. Me detengo en seco y me analizo escrupulosamente. Siento el agua salada bañar mi cara otra vez. Mi cuerpo se deshace en espasmos de dolor al contemplar en lo que me he convertido. Siento deseos de ahogarme en esta suciedad, de cubrir cada ángulo de mi cuerpo en ella y por fin desaparecer. Fracasé. Estoy sucia. Sucia. 

viernes, 25 de junio de 2010

Vuvuzela en YouTube.

Sinceramente, no puedo soportar ni a la vuvuzela ni a las quejas interminables que sobre ella hay, pero esto me pareció divertido. No es raro que a veces surjan referencias u homenajes a eventos del pasado o la actualidad de manera sutil o no tan sutil dentro del mundo de Internet. Clásico ejemplo es el logo de Google, que suele cambiar, cada vez que hay una fecha importante o similar, por una imagen que de alguna forma lo represente. Mis preferidos suelen ser los que representan artistas plásticos, por ejemplo:

También hay otros muy geniales como:

El aniversario número 50 de LEGO. <3

El cumpleaños de Braille.

Y por supuesto el reciente e inolvidable PacMan.

Anyway, la idea de este post no era hacer un recorrido por la historia de los logos de Google, sino mostrarles que YouTube tampoco se queda atrás. Acaban de incorporar un botoncito nuevo a algunos videos que... mejor que lo prueben ustedes mismos. Click aquí para ver un video que lo tiene.

Pista: el botón tiene forma de pelota de fútbol.

Utopía.

 Y todo tendría sentido si al final se cumpliera el sueño. Aquellos sacrificios que ahora lamentas en largas noches en velo se transformarían simplemente en el precio de obtener lo que siempre deseaste. Y ningún precio es demasiado alto para el mayor anhelo de tu vida, ¿o lo es? ¿Acaso hay cosas que uno jamás debería sacrificar, aunque sea por la causa que uno juzga más noble? En todo caso, esa es otra pregunta. Yo quiero saber, ¿qué pasa con esa larga lista de pérdidas una vez que la fantasía se hace añicos? ¿Cómo recupera uno esos pedacitos de sí mismo que fue entregando con la esperanza de que un día le habrán traído la felicidad más plena? ¿Cómo avanzar d-e-s-h-e-c-h-o por nuevos caminos con la certeza de que todo.fue.en.vano? Que tu cuerpo magullado, que tu mente confusa y desesperada, que tu decepcionado corazón, a los que sometiste a veces inconscientemente, pero otras deliberadamente en nombre de lo que juzgaste más sagrado, sufrieron por una causa perdida, por algo que te consumió hasta la médula y luego te devolvió hecho un caos cuando tu optimismo se hubo secado y tu esperanza hubo muerto de una vez.

Y entonces yo me pregunto, ¿hay algo que valga la pena tantos golpes, tanto dolor, tantos sacrificios? Y aunque no sea yo la que lo consiga, deseo con cada fibra de mi ser que la respuesta sea "sí".

lunes, 21 de junio de 2010

Debería haberlo sido.

Se presentaba de brazos cruzados, ceño fruncido y gesto indiferente. Hablaba con calma y mesura, cuidando sus palabras, que solo eran pronunciadas luego de atravesar los incontables filtros que había preparado meticulosamente en su cabeza. Deshacía cada frase escuchada, analizaba cada segmento, destilando las sutilezas que luego sabía desdeñar satisfecha. Conocía sus límites, y sabía cuando retirarse.

Te humanizaba. No veía en ti nada especial, a su entender sus lentes solo reflejaban tu mediocridad. Tu mirada clavada en ellos no la provocaba, no producía en ella sensaciones de ningún tipo; quizás un poco de sorpresa al ver por cuánto tiempo exploraban su mirada, pero eso era todo. El contacto con tu piel, esos roces que a veces lograba evitar puesto que sabía que eran intencionales, no la estremecían aquellas veces en que tu rapidez superaba la suya. Tampoco la movían tu aroma y tu dulce perfume que llegaban en ráfagas repentinas cuando te inclinabas a tomar tu vaso.

Tus exquisitos versos y tus afectuosas promesas no la cautivaban; tampoco tus hermosas sorpresas y entrañables gestos. No la conmovía verse envuelta en tus protectores brazos mientras se deshacía en lágrimas de temor y angustia; esto simplemente no sucedía. No había palabras de consuelo ni caricias de contención, pues estas no eran necesarias.

No, ella fue consistente hasta la médula. Y tú se lo agradeciste cuando por fin sus rotundas negativas habían colmado tu paciencia. No había nada que censurarle. Ella era irreprochable. Si había algo en su corazón, jamás lo sabrías, pues era la Razón quien dominaba su proceder.

Ah, pero ella no soy yo y yo no fui ella.

This one's on me.

That's ok, if this is the price I have to pay,
for making you look forward again,
I'll take it,
it's well worth it,
for you and for me,
it's worth it,
giving up my mental health,
putting a strain on myself,
opening up the hole again,
tearing my heart wide open again,
taking comfort on death again,
it's well worth it,
for your skies are brighter than yesterday's,
and mine will be too again, one day.

miércoles, 9 de junio de 2010

Depredador.

Te abres paso cuidadosamente,
retrocediendo cuando es necesario,
embistiendo con fuerza cuando así lo amerita,
clavando tus garras con más fuerza cada vez,
segura de que el dolor agudo de tu asido será soportado,
pues siempre había habido algo placentero en ese dolor, ¿verdad?
Sin pretensiones, respetabas y guardabas silencio ante la menor queja;
pues todavía no llegaba tu momento.
Mas poco a poco te permitías alguna petición inocente,
segura de obtener los resultados esperados;
multiplicábanse los pedidos, que iban perdiendo ya esa inocencia,
algunos concedidos, otros denegados,
bajo esa sombra de amarga culpabilidad que supiste tender,
esa que todo iba ennegreciéndolo,
que ocultaba como se tejían esas telarañas en mi pecho expuesto,
de finas, sedosas cerdas al principio,
pero ahora tan gruesas que dificultan mi respiración.
Así te abrías paso, dejando tu rastro venenoso,
así hasta que una falla en tus cálculos,
un error,
o una avidez que no pudiste controlar,
bien te arrastró al a-b-u-s-o, así deletreado,
entonces todo acabó.
Te retraíste sin decir una palabra,
dejando atrás este denso enredo ponzoñoso en mi pecho,
sin antídoto,
sin remedio,
más que el tiempo,
otra vez,
el tiempo.

miércoles, 2 de junio de 2010

Hola. ¿Nos conocemos?

necesito tanto creer en la bondad de la gente excuso yo los excuso a todos tenían sus motivos nada es intencional fue un error en palabras de la gran Blanche Dubois y parafraseando y traduciendo burdamente del inglés la única cosa verdaderamente imperdonable es la crueldad deliberada y es cierto no hay nada que me haga sentir tan mal como la posibilidad de que esto exista siempre debe haber justificativo lo entienden yo defenderé a muerte que lo que me hiciste que lo que tú hiciste que lo que ellos hacen hicieron y harán que lo que todos que nada fue con la intención de lastimar nada nunca porque te quiero y los quiero y no es posible que lo hayan hecho así y por favor puedo soportar todo puedo soportar lo que sea pero no me dañes a sabiendas no me lastimes queriendo no me golpess para verme sangrar no lo hagas queriendo por favor hagas lo que hagas hagan lo que hagan por favor jamás lastimen queriendo es despojarnos a todos de humanidad es perderla

martes, 1 de junio de 2010

Porque la vida está llena de momentos Lyncheanos.

 

Escuchar esta canción en el repdroductor mp3 (¡al diablo con los iPods!) paseando por entre las góndolas de un supermercado mientras desfilan por los ojos las marcas más absurdas, los colores más inesperados, los productos más estrafalarios y las gentes más extravagantes es una de las experiencias más insolitas que se puede vivir en la vida (oh, ¡vivan las redundancias!). Rara vez sentí algo tan excepcional, ¡así que queda altamente recomendado!