jueves, 24 de septiembre de 2015

Imperceptible

te agarraste la cabeza
y la angustia te pintó la cara que hace segundos estaba ausente
tus pies frenaron de golpe
aguantando todo el peso de tu torso que jamás se detuvo
y a los ojos de los demás jamás te detuviste
instantes después diste un paso corto y luego otro
hacia adelante
pero tu rostro no recuperó sus facciones relajadas
avanzaste con la angustia que ahora se expandía por el resto de tu cuerpo
y no me miraste cuando pasé por tu lado
quizás si me hubieses prestado un segundo de tu atención
te habría guiñado un ojo
o, si estaba en un momento inspirado, te habría dado una señal más clara pero
más sutil, un mensaje subliminal,
diciéndote:
"estás equivocada,
no estás sola".

sábado, 19 de septiembre de 2015

a quien corresponda

pienso en vos mucho más de lo que te imaginás, no es que yo sepa lo que vos te imaginás o que piense que vos pensás en si acaso yo pienso en vos en absoluto, como yo me pregunto sobre todos, si pensarán algún día en mí, no es que vos lo hagas, pero aunque no lo hagas siento la necesidad de decírtelo, pienso en vos más de lo que pensás, o más de lo que te dejo entrever, a veces porque no quiero que lo sepas, en ese momento, quizás es un mal momento, para que sepas que pienso en vos, a veces porque mi pensar en vos no necesariamente se traduce en articular mi pensamiento y solo quedan las nubes de sensaciones con una vaga silueta tuya y a veces veo algo que me hace acordar a vos y se suceden imágenes y sonidos de vos en mi cabeza y quiero subir ahí arriba y tocarlos y darles más forma pero luego me distraigo con otra cosa. a veces pienso en que debería pensar más en vos, en que te merecés mucho más de lo que te doy y que por qué no me estarás rindiendo cuentas. otras veces pienso en vos y es demasiado doloroso, a veces pensar en vos se siente muy parecido a pensar en mí y en mi fracaso, a ver mi propia insuficiencia. y otras veces pensar en vos es una cuestión de segundos, un rayo que me agujerea el pecho y manda escalofríos para todo mi cuerpo pero que desaparece tan pronto como llegó, forzado por ese otro pensar de mí que no quiere pensar en cosas dolorosas. pero por qué no se dará cuenta que esas cosas dolorosas salen de ese no querer pensar, de que si pensara un poquito más en vos podría dejar de pensar en mí y mis insuficiencias y todo sería mejor, pero nunca llego a eso, nunca me aguanto el dolor lo suficiente.

sábado, 5 de septiembre de 2015

Meditación

con el rostro al sol
y los ojos cerrados
pensaba
o más bien
intentaba no pensar
vaciar la mente
del eterno soliloquio
y a todo esto
apareciste vos
haciéndote cada vez más grande
y mientras intentaba no atenderte
me concentré en el color de mis párpados
con el rostro al sol
y los ojos cerrados
y al sentir las lágrimas arremolinándose
tras puertas cerradas
vi un rojo intenso
teñir sus paredes
tan hermoso
como todo lo que hacés