jueves, 4 de octubre de 2012

(In)oxidable.

No me duele,
eso ya lo sabes,
has sentido frío a mi sombra
y has visto en mis ojos nada más que tu reflejo,
no me tocas, pues, no me afecta, no me duele,
has visto esto y más y sin embargo, poco has visto,
has visto mi encierro,
te has encontrado con mi indiferencia,
aquel día, en aquel rincón iluminado, con aquella audiencia tan inquieta,
y así y allí, creíste verlo todo y sellaste la puerta;
pero veme aquí ahora, y veme de una vez,
ve como el hielo se derrite en mis ojos como pozos,
velos henchirse hasta desbordarse
y ve cómo me ahogo
ve mi mano asomarse,
entre las mareas tempestuosas,
y ve cómo te llama,
de una vez,
para que sepas
que sí me duele,
y eso ya nunca lo sabrás.

martes, 2 de octubre de 2012

Justicia.

Justicia
dices, mientras me devuelves una mirada perniciosa,
jamás existió palabra tan extraña:
de significante robusto y poderoso
suele posarse en los labios idealistas
no cual mariposa en flor, delicadamente,
sino más bien como águila aferrando su presa,
con una firmeza violenta;
mas un análisis consumado de la relación
entre significante y significado,
muestra que jamás hubo una conexión más arbitraria,
jus-ti-cia,
de significante imponente,
de significado impotente,
impotente como los ruegos a dios o a la providencia,
imposibles como el lenguaje en las bestias,
de concepto tan vacío como la mirada de un ciego,
la justicia, querida, 
no existe.

martes, 25 de septiembre de 2012

Torpeza existencial.

tanto lamentar
tanto preguntar
tanta búsqueda
perdida en un desierto rojo
sedienta
tanto es por algo:
mi respuesta
escrita en la arena, ¿quizás?
siempre desaparece antes de verla
pero está, pero existe
eso es lo que importa
¿lo es?

No.
La quiero. La ansío.
Está en la búsqueda, dicen.
No.
La búsqueda es vacía
La búsqueda no basta.

y si fuera un espejismo
y si ella no existiera
...
no, eso no puede ser
dilo, dilo

Ella existe.

martes, 18 de septiembre de 2012

(Sin asunto)

un día
tomaré las riendas
y domaré el torrente salvaje
de estas indómitas palabras
que luchan por salir

pero hasta ese día
debo contentarme
con estos efímeros susurros
pequeños respiros
de un ahogo sin fin

martes, 22 de mayo de 2012

Erupción de palabras mediocres para sentimientos abrumadores.

Mil rostros decepcionados me acosan cada día,
sombras de un resplandor opaco que desaparecen al moverme,
nunca miro al frente, siempre a los costados.

Sus ojos incandescentes arden como un fénix,
se consumen y renacen movidos por los caprichos del nuevo día,
mi cuerpo es de cenizas, soy cenizas,
mi cuerpo es de cenizas, soy-

Mi cuerpo es de cenizas, pero yo soy llamas,
Mi cuerpo se desvanece, pero yo persisto,
Mi cuerpo se consume, pero yo no me quemo,
Ya verán, ya verán, esos ojos dañinos,
que un día mi reflejo nos encandilará encendido.

martes, 21 de febrero de 2012

Las sirenas no valen la pena.

Sentada en la vereda, esperaba. Núcleo exacto de un halo de luz que se proyectaba desde las alturas. ¿De mercurio? Luz de mercurio. Luz intergaláctica. Especial, siempre.
Esperaba, y esperaba aún más. La luz se lo decía, ya vendría. Si no, ¿qué sentido tenía alumbrarla?
Esperaba cabizbaja, jugueteando con el pavimento gris.
Esperó hasta olvidar qué esperaba.

De pronto, una canción. Una sirena urbana centellando a la distancia. Sus ojos estaban ahora atentos, fijos, de tanto en tanto, de color escarlata.

La llamó; tuvo que pararse; quiso acercarse. Agudizó la vista, pero no la veía bien.
¿Era ella? Tenía que serlo.

Quiebre. Quiebre entonces hermoso. El halo traspasado por un pie envalentonado. Aquel que se animó a dar el primer paso. El otro no se decidía a seguirlo.

Entonó su canción más dulce. Prometía. Seducía.
- Ven.

Ahhh. Torrente de sueños hechos realidad. Su cabeza se ahogaba en imágenes de pura dicha; su imaginación tejía historia tras historia de un éxtasis indescriptible. Y la sirena la acompañaba con su canción.

"Es, pues. Así se siente. Así lo veo aquí adentro."

El segundo pie se decidió. El halo de luz desapareció, ya no había nada que iluminar. Antes de que diera un paso más, la sirena se desvaneció en la oscuridad.

Falsa alarma.