martes, 10 de mayo de 2011

De por qué ya no saludo al sol.

Siempre me pareció que arrugo demasiado los ojos cuando me da el sol en la cara. Qué extraño, como algo tan bello y brillante, pueda provocar un gesto tan desagradable en mí. Quizás sea todo eso de los excesos. Aquello de que nada es bueno en demasía. ¿Bueno? ¿Quién dijo que tenía que ser bueno? Dios, si hiciéramos las cosas por lo buenas que son para nosotros mismos, la vida dejaría de serlo. Qué divertido. De cualquier forma, es evidente que a alguien se le pasó por alto el encanto que tiene la desmesura. Pero a no precipitarse, que nadie está hablando del descontrol total. No, a eso no me atrevo. Quizás de eso no se vuelve, ¿quién sabe? Hablo de la pérdida momentánea de la identidad. Hablo de esos momentos en que el deseo funciona, simultáneamente, como la chispa y el fuego, como la gasolina y el acelerador, ambas imágenes inflamables, lo admito, tal vez afectadas por lo recurrente del sol en mis sueños. Y cierto es, también, que tienden a consumirlo a uno tan vehementemente como al leño las llamas. Y pareciera, además, que el humo impidiese ver más allá, y que ya no quedase nada más que el ardor inclemente del fuego, la cotidianidad esfumándose, el tiempo derritiéndose hasta formar una gran masa de horas y minutos, cuya única función pareciera ser cronometrar la duración del delirio. Y luego viene la nada. La dulce calma luego de la tormenta. El cuerpo endeble y el alma desnutrida luchando sin armas contra la vacuidad. El respirar desesperanza, la misma existencia un castigo. L'ennui. Por eso no me engañas, pequeña estrella. Podría ahogarme en tus campos de lava, dejarme sosegar por tu lumbre fogosa, podría, ay, porque eres bella de verdad, pero yo sé que arderemos juntas hasta que la hoguera se haya acabado y ya no quede nada. Tú serías un montón de rocas, y yo, una sombra. Así es que si volvemos a encontrarnos, no te ofendas si elijo rehuirle a tus caricias: el atractivo siempre es mayor a la distancia.

8 comentarios:

  1. Me encantaron especialmente el comienzo y el final, y el ritmo de todo...pero hay frases con las que uno se queda como "prendido", que siente la necesidad de releerlas.

    Merece atención los momentos de pérdida de identidad, entiendo que no es una cuestión de apagón mental y no se como me llamo...sino una pérdida momentánea del acto consciente. No se es tremendo...aaa buena canción!!

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  2. y la distancia hace que todo sea mas atractivo, también, no?

    un abrazo, gracias por pasar a saludarme al blog!

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  3. Tal cual, eso del sol en los ojos me pasa a mí también. A veces trato de no cerrarlos tanto, pero no puedo. Uno lo hace inconscientemente! Por otra parte, te confieso que me gusta mucho más mirar a la Luna. Me encanta hacerlo, puedo pasarme largos ratos. Porque no te encandila como lo hace el sol y, como bien decías, su belleza está en la distancia. Ella es hermosa y está sola.

    Un beso.

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  4. Don't worry. Ahora nomás se acaba el mundo.

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  5. La consumación del encuentro entre dos objetos asegura la aniquilación la atracción mutua.

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  6. Yo también prefiero la Luna, pero veo que no está sola. Su brillo crece con fugaces intercambios de miradas con el Sol (por eso frunce su cara), sólo que todavía no se anima a volverse Luna llena. Quizá porque ella no siente que está en su mejor momento para brillar, quizá porque teme mostrar las cicatrices que atraviesan su cara. No sabe que el Sol también tiene enormes manchas también, tristes recuerdos del pasado, que no nota, que no lo inhiben, porque están invisibilizadas por su fulgor.

    La Luna ve tenues destellos de esa hoguera en la que se consume el Sol y siente la mirada caliente de algunos de sus rayos, pero vacila aún, temerosa del destino que las lenguas de fuego le darán. Tal vez tema que ese ardor no sea tan fácilmente sofocable, que no exista el después de la tormenta, que l'ennui nunca llegue. La Luna se refugia todavía en su mitad oscura, esa otra identidad que esconde del Sol bajo un manto de oscuridad, y que éste pugna por incendiar también. Pero, en el fondo, ella sabe que es inexorable que de creciente pase a llena, y que el Sol la vuelva pleine, pleine lune.

    Askernac

    P.S.: Te dejo una dulce locura: http://www.youtube.com/watch?v=lk110i1igZk&feature=player_embedded

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  7. Ehhhhhhhhhhhhh... ponele que no creo en MUCHAS cosas que metés en el blog.
    Yo estoy mal,lo sé, pero absolutamente todos saben las cosas que hago/hacía/whatever. Vos sos más... fuck, no sé como decirlo, cíptica, ponele, hacés las cosas más "de calladita" pero estás recontra mal de la cabeza, guacha. No sé si los demás se dan cuenta, (me chupa un huevo) pero es clarísimo!!!!!!

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  8. Dama: Una awareness shut down! Gracias por tus comentarios, siempre.

    Noe Palma: Y de eso se nutren luego las decepciones.

    MM: Sí, la verdad es que no disfruto nada de mirar al sol. La luna es fría, y pálida, como a mí me gusta.

    Joaquín: Eso esperaba yo, pero no sucedió. :(

    Willow: Ay, qué deprimente, pero siempre está la excepción a la regla.

    Askernac: Ay, Askrenac, esa danza de astros me pareció haberla visto ya. Gracias por esa bella descripción, aún más genial con la música de fondo que dejaste.

    Blegh: ¡Pero me la re banco!

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