mírala,
de sonrisa despreocupada
y ademanes contradictorios,
de fachada indolente
y piel de lata;
rígidas pestañas de puntas afiladas,
custodian sus ojos de plástico resplandecientes,
lágrimas de vidrio surcan sus mejillas,
hasta resquebrajarse contra el pavimento indolente;
tiembla el pecho abollado
con el palpitar de su corazón escarlata,
lúgubre mana sangre oxidada
por los canales yertos de sus venas abandonadas,
¡cómo espera su músculo agarrotado,
el beso del antídoto señalado
que hincará sus pálidos colmillos
en el ébano de sus labios,
hasta que de ellos brote
cual fuente desbordante,
savia color carmín
cálida y abundante!
Muchas gracias por visitar mi blog...
ResponderBorrarMucho corazón ahi por tu blog.
Un gra abrazo
Troche
violentas pero lindas palabras
ResponderBorrarGracias pilas. :)
ResponderBorrarasu, recorde a una flaca del pasado. que sera de su vida.
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