con el rostro al sol
y los ojos cerrados
pensaba
o más bien
intentaba no pensar
vaciar la mente
del eterno soliloquio
y a todo esto
apareciste vos
haciéndote cada vez más grande
y mientras intentaba no atenderte
me concentré en el color de mis párpados
con el rostro al sol
y los ojos cerrados
y al sentir las lágrimas arremolinándose
tras puertas cerradas
vi un rojo intenso
teñir sus paredes
tan hermoso
como todo lo que hacés
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