ya está,
faltaban solo las palabras,
que la vestirían de seriedad,
pero ya estaba;
cada recoveco turbado
había sido sosegado:
sus manos como una hoguera,
sus llamas de terciopelo;
su cuerpo otrora un páramo
había sido colmado,
saciado en una ablución
de caricias cristalinas;
no era paz anodina que
la durmiera en complacencia,
era amalgama de adrenalinas
que colisionaban en singular melodía;
restaban solo las palabras,
que apenas se contenían,
faltaban solo las palabras
que le dieran un nombre:
aseguraran su permanencia.
Que lindo es este blog...Mucho corazón!
ResponderBorrarUn abrazo
Troche
Es impresionante el poder que posee lo que escribes.
ResponderBorrarOjala yo pudiera tener el 10% de tu talento!
falta la palabra o lo que la palabra nombra?
ResponderBorrarSaludos, genial este escrito.
Wow, muchas gracias por los comentarios tan para arriba. Me hicieron sonreír. :)
ResponderBorrarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrarMe gusta.
ResponderBorrarPor ahí me choca la duda del título siendo que el texto no deja duda suelta.
Interesante ala elección de algunos verbos y adjetivos, me sorprendió eso.